Mostrando entradas con la etiqueta Oscar López Rivera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Oscar López Rivera. Mostrar todas las entradas

jueves, 1 de octubre de 2015

Milagro boricua: Puerto Riqueños se unen en reclamo libertad Oscar López Rivera

Milagro boricua

Ricardo Alarcón: "" Foto: El Nuevo Día.
Ricardo Alarcón: “La situación, sin embargo, está cambiando. El motor que impulsa el cambio tiene un nombre: Oscar López Rivera. La brutal condena que padece ha generado el rechazo unánime de todos los puertorriqueños sin excepción alguna.” Foto: El Nuevo Día.
Desde que comenzó el mes de junio tanto en Manhattan como en San Juan miles de puertorriqueños han salido a las calles levantando dos demandas fundamentales: la independencia de Puerto Rico y la liberación de Oscar López Riveraquien cumple más de 34 años de prisión y es el preso político por más tiempo encarcelado en Nuestra América.
En estas manifestaciones han participado todos los sectores políticos y sociales de Puerto rico, sin excluir a ninguno.  Convocados por todas las organizaciones patrióticas que han luchado contra el colonialismo por caminos diferentes pero ahora se juntaron para esta acción, a ellas se sumaron otras que, de un modo u otro, muestran creciente inconformidad con un régimen que, carente de soberanía, atraviesa además una profunda crisis económica y social.
La causa puertorriqueña ha sido singularmente compleja y difícil.  Enfrentando por más de un siglo al Imperio más poderoso de la Tierra, la pequeña isla ha sufrido de un muy duro aislamiento.  Por presiones de Washington su drama fue ignorado por mucho tiempo por la mayoría de sus hermanas latinoamericanas y caribeñas y silenciado por la gran prensa internacional.  Su lucha ha sido, sobre todo, una lucha solitaria desde que, apartada del gran movimiento emancipador del Siglo XIX, al que, sin embargo, aportó una importante contribución de combatientes y sacrificios, fue cedida como posesión por la Corona española al naciente Imperio norteamericano que sobre ella ejerce un dominio absoluto.  El tremendo desafío explica en gran medida las desavenencias internas que han obstaculizado la necesaria unidad del pueblo.
La situación, sin embargo, está cambiando. El motor que impulsa el cambio tiene un nombre: Oscar López Rivera.  La brutal condena que padece ha generado el rechazo unánime de todos los puertorriqueños sin excepción alguna.
Oscar no mató ni causó daño a nadie.  No practicó la violencia ni transgredió las leyes.  Su única experiencia armada fue en la guerra de Viet Nam a la que se vio arrastrado como tantos jóvenes de su generación y de la que regresó condecorado por el Ejército norteamericano.
Lo condenaron en 1981 a 55 años de cárcel por el supuesto delito de “conspiración sediciosa”, en concreto por ser militante en la emigración boricua de Chicago de una organización que busca la independencia de Puerto Rico.  Le fueron impuestas condiciones carcelarias especialmente crueles, incluyendo 13 años de confinamiento solitario y severas restricciones a su comunicación con el mundo exterior.  Su primer contacto con la prensa ocurrió hace dos años, ocasión en la que, por cierto, afirmó: “yo estoy listo para lo que venga, siempre voy a estar listo para lo que venga”.
El caso de Oscar es escandalosamente injusto y así fue reconocido, al más alto nivel, por las autoridades norteamericanas.  En 1999, hace ya dieciséis años, el Presidente Clinton determinó que a él y a otros puertorriqueños entonces encarcelados les habían impuesto sentencias excesivamente prolongadas y por ello debían ser inmediatamente liberados.  Oscar rehusó aceptarlo porque aquella acción presidencial no incluía a otros dos prisioneros.  Estos dos hace años cumplieron sus castigos y recuperaron la libertad mientras que han sido denegadas sucesivas peticiones presentadas por la defensora de Oscar.
Así se lo pidió al Presidente Obama en 2013, en votación unánime, la Convención de la AFL-CIO, la organización sindical norteamericana.  Igual solicitud han hecho todas las instituciones políticas, religiosas, académicas y sociales de Puerto Rico, incluyendo al Gobernador –que, en gesto sin precedentes, visitó a Oscar en la prisión federal- y a los partidos coloniales y todos los medios de prensa de la isla y de la emigración boricua.  Nunca antes se había alcanzado entre los puertorriqueños semejante expresión de unidad.
Es un milagro del amor y la solidaridad.  Lo hizo posible un hombre que sacrificó toda su vida por los demás y sufrió los peores tormentos por la Patria irredenta que hoy encarna ejemplarmente.
Antes que concluya el mes el Comité de Descolonización de la ONU reafirmará el derecho de Puerto Rico a su independencia y se sumará a la exigencia por la libertad de Oscar.  El Comité ha estado pronunciándose al respecto desde 1972, siempre reconociendo los derechos inalienables de la nación puertorriqueña.  Pero Washington hace oídos sordos a un reclamo que, pese a sus empeños por detenerlo, no deja de crecer: durante años sólo Cuba promovía el tema en la ONU, hoy la acompaña un grupo de países latinoamericanos.  Se necesita multiplicar las acciones, en la Asamblea General y en todos los foros internacionales y más allá hasta trasformar el caso de Puerto Rico en lo que debe ser, una verdadera prioridad para todos.
Se trata de una batalla en la que América Latina, enrumbada ahora por caminos de una nueva época, tiene una obligación inexcusable y habrá que librarla con la misma determinación del patriota indoblegable que, desde la soledad de su celda, ha sabido vencer el atroz cautiverio.
(Publicado en Punto Final No. 831)

Libertad de Oscar López Rivera a 34 años de injusta prisión por el Imperio

Más voces se unen al reclamo de libertad de Oscar López Rivera a 34 años de injusta prisión

Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
En horas de la mañana se celebró en la Misión de Puerto Rico en Cuba, un acto de solidaridad para reclamar la libertad del preso político boricua Oscar López Rivera, quien este viernes cumple 34 años de injusta condena.
La directora general de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), Soraya Álvarez Núñez, dio lectura a la declaración que la Asociación hace llegar al comité de descolonización de las Naciones Unidas y reafirmó el compromiso de la mayor de las Antillas con la causa de Oscar.
“La libertad de López Rivera es un asunto de justicia, de derechos humanos, y que haya sido sentenciado a privación de libertad por 70 años constituye una excesiva condena para un ser humano”, aseguró Álvarez Núñez.
Durante el encuentro, los invitados al acto de solidaridad hicieron un llamado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que interceda por Oscar y que este pueda regresar finalmente con su familia.
Por su parte, el doctor Ricardo Alarcón de Quesada, elogió la firmeza del luchador puertorriqueño y dijo que “si Oscar se hubiera arrepentido” de luchar por la libertad de su pueblo “hace mucho tiempo habría regresado a casa”.
Alarcón recordó que en 1999, el presidente de Estados Unidos, William Clinton, condonó a López Rivera por ser su sentencia excesiva, pero Oscar rechazó el indulto porque no habían incluido a dos de sus camaradas.
Por último, los invitados celebraron la salida de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo y despidieron el encuentro con la guitarra de Sergio Alejandro Guerra, quien interpretó Te doy una canción, de Silvio Rodríguez.
López Rivera fue condenado por un delito de carácter político al ser considerado por la policía federal de Estados Unidos uno de los principales dirigentes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico. Fue sentenciado a 70 años de cárcel de los cuales hoy cumple 34. Los 12 primeros años estuvo confinado en solitario.
Estuvieron presentes en el acto, Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Jorge Arias, vicejefe del departamento de relaciones internacionales del Comité Central del Partido; los héroes de la República de Cuba, René González y Ramón Labañino; Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba; Lourdes Cervantes Vázquez, Secretaria General de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina; Soraya Álvarez, directora general de la asociación cubana de Naciones Unidas, entre invitados y amigos de Cuba y Puerto Rico.
Doctor Ricardo Alarcón de Quesada. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Doctor Ricardo Alarcón de Quesada. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Acto de solidaridad para reclamar la libertad del prisionero político boricua Oscar López Rivera. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Acto de solidaridad para reclamar la libertad del prisionero político boricua Oscar López Rivera. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Acto de solidaridad para reclamar la libertad del prisionero político boricua Oscar López Rivera. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.
Acto de solidaridad para reclamar la libertad del prisionero político boricua Oscar López Rivera. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Piden al Papa interceder por la libertad del independentista Puerto Riqueño Oscar López Rivera

Entregaron al Papa en Nueva York dibujo de Oscar López Rivera y petición de libertad (+ Carta y Video)


Por: Rosa María Fernández


La presidenta del Consejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, le entregó al Sumo Pontífice Papa Francisco, durante su estancia en esa urbe norteamericana, un retrato dibujado por el prisionero político puertorriqueño, Oscar López Rivera, quien permanece en cárceles norteamericanas desde hace 34 años. El dibujo inpirado en el Papa, estuvo acompañado de una carta de Melissa en la indicó esperaba que pueda alentar al presidente estadounidense Barack Obama para que conmute la injusta sentencia.


El Papa Francisco recibe la bienvenida en Harlem y la pintura hecha por el prisionero político Oscar López Rivera. A la derecha en la foto la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito. (Foto tomada de la TV)
La puertorriqueña Melissa Mark-Viverito, de 45 años, presidenta del Consejo Municipal de Nueva York, tenía una tarea autoimpuesta, entre las múltiples que desarrolla, como la primera hispana en el segundo cargo más importante de la principal ciudad de Estados Unidos. Su agenda diaria con un estilo progresista, está enfocada hacia las comunidades.
Se dirigió a la Arquidiócesis de NY, que atiende a la región con amplia presencia latina, como East Harlem y El Bronx. No le garantizaron que podrían. Tampoco sería posible en otras actividades oficiales.
Luego conversó con un conocido traductor del Papa, pero el encargo era muy grande y sólo recibió la carta que llevaba pegada atrás, con la garantía de hacerla llegar. “Era el momento de hacer mi parte y tenía que encontrar la manera de hacerlo”, se propuso Melissa hasta que logró ponerle en las manos del Papa Francisco, la hermosa obra.
Melissa está en una lista de personas a los que Oscar López Rivera recibe en la prisión. Ha ido tres veces, la última hace dos semanas.
Esa misma noche le escribió emocionada que había hecho su tarea, hacerle llegar al Papa la petición por su excarcelación y este retrato hecho en la cárcel, hace alrededor de un año atrás, cuando nadie conocía de la visita del Sumo Pontífice a Nueva York.
Oscar, quien lleva treinta y cuatro años como prisionero político en cárceles estadounidenses, doce de ellos en solitario, se había inspirado en la figura del Papa. Justo por sus mensajes de reconciliación y puentes de paz a través del diálogo, afirma Melissa, quien ha encontrado en él (López Rivera) a un hombre profundamente espiritual, con un gran sentido de paz interna que pocos podemos alcanzar.
Así que, fue al final del evento en la Escuela católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles. El 25 de septiembre de 2015, en un sector que ella representa, el Barrio de Harlem, y un poco antes de que el Papa Francisco saliera para el recorrido en el Parque Central. Ahí le dio la bienvenida e hizo entrega de la pintura, afirmándole, “la hizo Oscar López Rivera, prisionero político puertorriqueño”.
El papa Francisco la mira fijamente.
-Lo estás visitando, preguntó el papa.
-Sí.
-Por favor, dale las gracias.
-¿Estoy preocupado en esta imagen? Dice con curiosidad su Santidad, al verla detalladamente.
-No, está pensativo. Afirma Melissa.

Francisco responde con una sonrisa, la misma que le dedicó a los niños de Harlem al recordarles que aquí, “bien cerquita hay una calle muy importante con el nombre de una persona que hizo mucho bien por los demás, y quiero recordarla con ustedes. Me refiero al Pastor Martin Luther King. Un día dijo: «Tengo un sueño». Y él soñó que muchos niños, muchas personas tuvieran igualdad de oportunidades. Él soñó que muchos niños como ustedes tuvieran acceso a la educación. Él soñó que muchos hombres y mujeres, como ustedes, pudieran llevar la frente bien alta, con la dignidad de quien puede ganarse la vida. Es hermoso tener sueños y es hermoso poder luchar por los sueños. No se lo olviden” (…)
”Antes de irme quisiera dejarles un homework, ¿puede ser? Es un pedido sencillo pero muy importante: no se olviden de rezar por mí para que yo pueda compartir con muchos la alegría de Jesús. Y recemos también para que muchos puedan disfrutar de esta alegría, como la que tienen ustedes cuando se sienten acompañados, ayudados, aconsejados, aunque haya problemas. Pero está esa paz en el corazón de que Jesús nunca abandona”.
Pintura del Papa Francisco realizada en el 2014 por Oscar López Rivera y entregada al Sumo Pontífice por  la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York,  Melissa Mark-Viverito. Foto: Pedro Julio Serrano
Pintura del Papa Francisco realizada en el 2014 por Oscar López Rivera y entregada al Sumo Pontífice por la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito. Foto: Pedro Julio Serrano
En prisión, visitando a Oscar. Foto proporcionada por Pedro Julio Serrano, portavoz de Prensa de Mark Viverito.
En prisión, visitando a Oscar. Foto proporcionada por Pedro Julio Serrano, portavoz de Prensa de Mark Viverito.


CARTA AL PAPA FRANCISCO

25 de septiembre de 2015

Su Santidad Papa Francisco

Re: Prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera


Su Santidad,

Hemos seguido, muy de cerca, sus declaraciones acerca del sistema de justicia criminal en los Estados Unidos; así como su invaluable rol en facilitar la normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU., particularmente la conmutación de las sentencias injustas a los anti-terroristas cubanos y su repatriación a su país.

Por estas razones y más, nos acercamos a usted sobre un asunto muy cercano a nuestros corazones: la injusta encarcelación del prisionero político puertorriqueño de 72 años de edad, Oscar López Rivera, que ha cumplido una sentencia de casi 34 años en una prisión estadounidense por su compromiso con la independencia de la colonia estadounidense de Puerto Rico. Aunque no fue convicto de hacer daño o matar a alguien, está cumpliendo una sentencia de 70 años de cárcel.

En esta ocasión de su visita a los Estados Unidos, esperamos que usted pueda alentar al Presidente Obama para que conmute la sentencia desproporcionada al señor López Rivera y le permita regresar a su patria, donde toda la sociedad civil le espera ansiosamente. Su liberación cuenta con el apoyo de mucha gente de fe, oficiales electos, sindicatos laborales, académicos, y activistas de derechos humanos en los Estados Unidos y a través del Mundo, incluyendo ganadores del Premio Nóbel de la Paz, entre los que se encuentra Adolfo Pérez Esquivel. Además, el Concejo Municipal de Nueva York, que me honro en presidir, el 10 de junio de 2015 aprobó una resolución pidiendo su liberación

Las voces de los católicos han sido muy importantes. El Arzobispo Metropolitano de San Juan, Puerto Rico, Roberto González Nieves, ofm, quien apoya, desde hace mucho tiempo, su liberación,

También constituye un enorme peso violencia colonial acumulada que se mantenga aun en una cárcel estadounidense, en condiciones deplorables y por el tiempo desproporcionado de treinta y tres años al prisionero político Oscar López Rivera. No hay manera de justificar semejante atropello que la sensibilidad los puertorriqueños y puertorriqueñas de todas ideologías y también del observatorio internacional.
Fundamentándonos primariamente en razones humanitarias, pensamos que las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos deben avanzar hacia un ámbito de igualdad, simetría, entendimiento democrático y espíritu de genuina colaboración lograr la pronta liberación de Oscar López Rivera. Esto representaría un nuevo punto de partida para una historia compartida, también la necesidad de reescribirse la sanación y reparación de tantas heridas e injusticias.

El Arzobispo de Indianápolis, Joseph W. Tobin, cuya arquidiócesis incluye la prisión en
donde se encuentra el señor López Rivera, le cursó una visita pastoral al señor López
Rivera. Él, de todo corazón, apoya su liberación.

Personalmente, he tenido el privilegio de visitar al señor López Rivera en prisión en
varias ocasiones y he encontrado que es un hombre profundamente espiritual, con un
sentido de paz interna que pocos podemos alcanzar. He tenido el privilegio, además, de
conocer a muchos de sus co-acusados, y todos ya están viviendo sus vidas de una manera productiva y de acuerdo a la ley.

Le hacemos esta humilde petición con el mayor respeto a Su Santidad, y con profunda
admiración por su rol en hacer de este Mundo más justo y más humano.

Con respeto y consideración.

Melissa Mark-Viverito
Speaker.