En mi 66 aniversario, una reflexión y una propuesta.

En el aniversario de mis 66 primaveras. Desde la 10 diez de la noche de aquel domingo 12 de mayo de 1954 vine al mundo desde el vientre de mi madre. Hacen 66 primaveras de mi primer contacto directo con la luz cósmica. Desde entonces 792 meses han transcurrido de mi paso por esta galáctica, más exactamente unos 23,760 días, tiempo suficiente y oportuno para hacer una reflexión de lo vivido: “Que hecho que no debía haber hecho y que no hice que debía haber hecho” Existe un momento en la vida en que se juntan el coraje, la osadía, la razón, entonces uno respira profundo, contiene la respiración, camina hasta el borde del precipicio y salta. Aquí estamos saltando hacia un desafío: coherencia en el decir y hacer, ser más racional en nuestras actitudes y acciones, más inteligencia y sentido práctico, desarrollar a máxima potencia el instinto del sentido común. También dar el gran salto que va de la inutilidad de la existencia a la búsqueda de un sentido a través del compromiso...