Ahora le tocó a nuestro inmenso Johnny Ventura, el caballo Mayor, como cariñosamente le llamaba su adorado pueblo.
Johnny Pasaste por la historia de tu pueblo con dignidad, comprometido con sus nobles y justas causas.
Tu recuerdo y memoria vivirá siempre en los corazones de las muchedumbres que te siguieron y aclamaron
Sembraste en la mente, corazón y ánimo del pueblo quisquellano alegría, patria y esperanza.
Para los hijos de esta patria de Duarte, Luperon y Juan Bosch quererte fue fácil, hubo, repentina empatía con aquel negrito de la joya que salió a los escenarios públicos a cantar salves y criollas. Fácil fue quererte, pero olvidarte será imposible.
Te extrañaremos. Estuviste ahí para enseñarnos y transmitirnos valores. Por lo correcto y justo te entregabas en cuerpo y alma por tus conciudadanos.
No he podido borrar de mi mente aquella imagen de Johnny sudoroso y lleno de patria, a pleno sol candente, forcejear con guardias y policías que fueron enviados al congreso a sofocar las protesta de los
defensores de la constitución, que algunos querían mancillar e irrespetar, con propósitos malsanos antipatrióticos.
Junto a tu memoria cívica, también dejas maravillosos recuerdos de alegría, música y sobre todo ejemplo de buen ciudadano.
Gracias por todo lo que diste a tu pueblo.
Domingo Núñez Polanco.
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