Domingo Nunez Polanco
Escuchando al cantor del pueblo
argentino Víctor Heredia cantar la canción-poema “sobreviviendo” no pude evitar
que estos breves párrafos escaparan de mi mente y corazón.
Yo, a mi 6o y tantos años encima,
tratando de vivir…o mejor dicho sobreviviendo. Aunque solo concibo recuerdos y
muchos nudos en la garganta. Atrás ha quedado todo lo que di y todo lo que
perdí. Nada más que recuerdos cosas, fantasmas translúcidos… y la ventanilla
del final cada vez más cerca… nada detiene lo que sigue; pero tratando de
disipar el final, me apoyo en esta preciosa música, renuevo mis halagos y que
caray, no me cae mal un trago de romo criollo.
Que duro caminar, en medio del
frío mundo, donde fastidia dar un saludo, una sonrisa, donde el iphone o
teléfono inteligente ocupa el lugar de un amigo, de una charla amena, de un
padre una madre. Cientos caminantes, pero muchos muertos en vida, se les seco
el alma, se enfriaron con la indiferencia de la vida…
Para descartar esta sensación de
perderlo todo, para analizar por donde seguir y elegir el modo; para aligerar,
para descartar, para analizar y considerar, sólo me hace falta: oh mujer! que
estés aquí con tus ojos claros. ¡ay! fogata de amor y guía, razón de vivir mi
vida.
Para aligerar este duro peso de
nuestros días, esta soledad que llevamos… para descartar esta sensación de
perderlo todo. para analizar por donde seguir y elegir el modo: me remito a
unos textos de ese gran pensador argentino, el humanista josé ingenieros: “cada
ser humano es cómplice de su propio destino; miserable es el que derrocha su
dignidad, esclavo el que se forja la cadena. ignorante el que desprecia la
cultura, suicida el que vierte el veneno en su propia copa. No debemos maldecir
la fatalidad para justificar nuestra pereza”
Solo me resta decirle al cantor Victor
Heredia gracias por esta hermosa canción. letra, interpretación, música,
melodía propia para darse por enterado que la vida es tan bella como realmente
es. Vivirla, no desperdiciarla hasta el último soplo.
Yo, a mi 6o y tantos años encima, tratando de vivir…o mejor dicho sobreviviendo. Aunque solo concibo recuerdos y muchos nudos en la garganta. Atrás ha quedado todo lo que di y todo lo que perdí. Nada más que recuerdos cosas, fantasmas translúcidos… y la ventanilla del final cada vez más cerca… nada detiene lo que sigue; pero tratando de disipar el final, me apoyo en esta preciosa música, renuevo mis halagos y que caray, no me cae mal un trago de romo criollo.
Que duro caminar, en medio del frío mundo, donde fastidia dar un saludo, una sonrisa, donde el iphone o teléfono inteligente ocupa el lugar de un amigo, de una charla amena, de un padre una madre. Cientos caminantes, pero muchos muertos en vida, se les seco el alma, se enfriaron con la indiferencia de la vida…
Para descartar esta sensación de perderlo todo, para analizar por donde seguir y elegir el modo; para aligerar, para descartar, para analizar y considerar, sólo me hace falta: oh mujer! que estés aquí con tus ojos claros. ¡ay! fogata de amor y guía, razón de vivir mi vida.
Para aligerar este duro peso de nuestros días, esta soledad que llevamos… para descartar esta sensación de perderlo todo. para analizar por donde seguir y elegir el modo: me remito a unos textos de ese gran pensador argentino, el humanista josé ingenieros: “cada ser humano es cómplice de su propio destino; miserable es el que derrocha su dignidad, esclavo el que se forja la cadena. ignorante el que desprecia la cultura, suicida el que vierte el veneno en su propia copa. No debemos maldecir la fatalidad para justificar nuestra pereza”
Solo me resta decirle al cantor Victor
Heredia gracias por esta hermosa canción. letra, interpretación, música,
melodía propia para darse por enterado que la vida es tan bella como realmente
es. Vivirla, no desperdiciarla hasta el último soplo.
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