Juan Bosch, en muchas ocasiones, tuvo que dedicar tiempo y esfuerzos a explicar importantes procesos de nuestra historia, en su condición de escritor, ensayista y cientista social. Fue precisamente Bosch quien se encargó de rescatar a figuras destacadas de nuestra vida republicana, entre ellas Máximo Cabral (héroe de la Batalla de La Barranquita) y de Gaspar Polanco (primera espada de la Guerra de la Restauración), condenados por años al ostracismo.En la guerra de la Restauración, los dominicanos, con Gaspar Polanco a la cabeza, habida cuenta de que arrancó como el jefe militar de la Restauración, se vistieron de gloria para recuperar y consolidar, frente al imperio español, la independencia de la República proclamada por los Trinitarios en 1844.
Para Juan Bosch “la guerra de la Restauración tuvo desde el primer momento el apoyo resuelto de las grandes masas del pueblo dominicano porque en ella se reunieron una guerra de liberación nacional y una guerra social, en las cuales participaban a la vez hombres animados de poderosos sentimientos patrióticos y hombres de acción que van a los campos de batalla en busca de ascenso social, y en ocasiones, como pasó en la de la Restauración, hombres en quienes se daban los dos estímulos, el patriótico y la necesidad de ascender socialmente”.
La guerra de la Restauración fue al mismo tiempo una guerra de liberación nacional, de independencia frente a España, y una guerra social en la que participaron las capas pobres y muy pobres de la sociedad.
La figura de Gregorio Luperón emergería en el curso del proceso restaurador como la gran figura y el adalid de la Restauración, llegando a convertirse en jefe político del partido azul.
No obstante el hecho de que Gaspar Polanco quedó anulado por el juicio de la Historia por haber ordenado el fusilamiento de otro restaurador notable como fue José Antonio Salcedo, Gregorio Luperón y Gaspar Polanco, ambos dotados de un valor espartano excepcional, fueron las grandes figuras militares y políticas de la guerra de la Restauración, en cuyos brazos, hombros e inteligencia natural descansó el éxito del proyecto restaurador.
Sin el incendio de la ciudad de Santiago ordenado por Gaspar Polanco no hubiese sido posible el éxito material y moral del proyecto restaurador. La jefatura de la revolución había sido militar y limitada, al principio, al territorio en que cada jefe estaba combatiendo; pero desde el comienzo de la batalla de Santiago el General Gaspar Polanco surgía de manera natural como comandante superior del movimiento, gracias al curso de los acontecimientos y a su capacidad para tomar decisiones al igual que ocurrió a Gregorio Luperón, quien en forma relampagueante pasó a ser de un desconocido, de quien se burlaban los soldados porque recorría el campo dominicano armado con una espada que nadie sabía de donde la había sacado y haciendo alarde de un valor que no había demostrado todavía el 14 de septiembre, aparecería firmando el acta de la Restauración llamada erróneamente Acta de Independencia.Gaspar Polanco no fue el único hombre que pasó casi de un día para otro, a una posición preponderante en las filas de los restauradores; lo mismo le sucedió a Benito Mondón; e igual le ocurrió a Gregorio Luperón, que era un desconocido hasta la batalla de Santiago, donde se distinguió y para el 14 de septiembre aparecía firmando el Acta de la Restauración; Luperón aparecerá luego firmando junto a Gaspar Polanco oficios y nombramientos, entre otros, uno dirigido al Coronel José Antonio Salcedo (Pepillo) proclamándolo General de Brigada y quien cinco días después sería llevado ala Presidencia del Gobierno provisorio, quedando de esa manera formalizadas las operaciones de la Revolución, hecho que disgustó a Luperón porque consideraba que el General Salcedo no tema el consentimiento de los principales hombres de armas, que eran Monción, Pimentel, Santiago Rodríguez, Ignacio Reyes, Gaspar Polanco, verdaderos jefes militares de la revolución restauradora entre los cueles estaba el mismo Luperón.Es importante advertir que Luperón había llegado a Santiago el día 2 de septiembre y el día 14 estaba hablando de hacer presos a los que habían elegido el gobierno provisional de la Revolución y a su presidente. En doce días un joven impetuoso que había tratado, sin conseguirlo, de incorporarse a la revolución Restauradora en sus primeros movimientos, antes aún del 16 de agosto, había pasado del anonimato absoluto, o casi absoluto, a ser personaje con suficiente autoridad como para conseguir que el Coronel José Antonio Salcedo fuera promovido a General de Brigada y para amenazar, cinco días después, con la prisión al propio General Salcedo porque había aceptado ser presidente del gobierno provisorio sin haber solicitado la autorización de los jefes militares de la revolución restauradora entre los cuales estaba él, Gregorio Luperón.
Respaldamos los acuerdos de las Cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que reconoce a Puerto Rico como una nación latinoamericana y caribeña, con su propia e inconfundible identidad nacional y su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.
Ratificamos lo expresado sobre la causa independentista puertorriqueña en la Cumbre de los Pueblos y en la VII Cumbre de las Américas realizada en Panamá, en la reciente Cumbre celebrada en Bélgica, así como en otros foros, internacionales.
Apoyamos las Resoluciones adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, en las cuales se reclama el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia. Destacando que en los últimos 16 años esta Resolución ha sido adoptada por consenso en el Comité de Descolonización de la ONU.
Demandamos al Gobierno de Estados Unidos a completar la devolución de todas las tierras ocupadas en Puerto Rico y las instalaciones de Vieques y Ceiba, así como la descontaminación de dichos territorios.
Escrito por Movimiento Independentista Nacional Hostosiano
Los partidos políticos y organizaciones miembros del Foro de Sao Paulo y otros, reunidos en México los días 29 de julio al 1ro de agosto del 2015, nos pronunciamos en solidaridad con el pueblo puertorriqueño, sometido al dominio colonial de Estados Unidos por 118 años, condición que le impide la toma de decisiones de manera soberana, para atender las urgentes necesidades económicas y sociales que lo agobia.
Respaldamos los acuerdos de las Cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que reconoce a Puerto Rico como una nación latinoamericana y caribeña, con su propia e inconfundible identidad nacional y su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia.
Ratificamos lo expresado sobre la causa independentista puertorriqueña en la Cumbre de los Pueblos y en la VII Cumbre de las Américas realizada en Panamá, en la reciente Cumbre celebrada en Bélgica, así como en otros foros, internacionales.
Apoyamos las Resoluciones adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, en las cuales se reclama el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia. Destacando que en los últimos 16 años esta Resolución ha sido adoptada por consenso en el Comité de Descolonización de la ONU.
Demandamos al Gobierno de Estados Unidos a completar la devolución de todas las tierras ocupadas en Puerto Rico y las instalaciones de Vieques y Ceiba, así como la descontaminación de dichos territorios.
Condenamos la injusta encarcelación de Oscar López Rivera de 72 años de edad, que cumple prisión desde hace más de 34 años en cárceles estadounidenses, donde ha soportado 12 años de confinamiento en solitario y severas restricciones para la comunicación con sus familiares.
Exigimos al gobierno de Estados Unidos, la inmediata e incondicional liberación del preso político por más tiempo encarcelado en Nuestra América, quien ha sacrificado toda su vida por la independencia de Puerto Rico, nación que representa intachablemente.
El XXI Encuentro del FSP se pronuncia contra toda forma de colonialismo en nuestra América Latina y El Caribe. Puerto Rico y los Territorios No Autónomos (Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Islas Malvinas, que son argentinas, islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los EUA, Monserrat y Santa Elena) son naciones que tienen el inalienable derecho a su autodeterminación e independencia, en este año en que se cumple el quincuagésimo quinto aniversario de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, así como el punto medio del Tercer Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo.
Exigimos al gobierno de Estados Unidos, la inmediata e incondicional liberación del preso político por más tiempo encarcelado en Nuestra América, quien ha sacrificado toda su vida por la independencia de Puerto Rico, nación que representa intachablemente.
El XXI Encuentro del FSP se pronuncia contra toda forma de colonialismo en nuestra América Latina y El Caribe. Puerto Rico y los Territorios No Autónomos (Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Islas Malvinas, que son argentinas, islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los EUA, Monserrat y Santa Elena) son naciones que tienen el inalienable derecho a su autodeterminación e independencia, en este año en que se cumple el quincuagésimo quinto aniversario de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, así como el punto medio del Tercer Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo.
Delegación FSP del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano: Julio Muriente y Wilma E. Reverón, copresidentes del MINH
Resolución del Foro de Sao Paulo:
14. En ese sentido, también apoyamos la independencia plena de Puerto Rico y exigimos la inmediata liberación de Oscar López Rivera, así como también, condenamos todas las formas de colonialismo en particular la persistencia de la dominación europea sobre países como Martinica, Guadalupe, Aruba, Bonaire, Curazao y la llamada Guyana Francesa y reafirman su derecho a la autodeterminación. De la misma forma reivindicamos la recuperación de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas como una causa latinoamericana y caribeña; asimismo expresamos nuestra inequívoca voluntad de mantener a América Latina como región de paz y libre de guerras, con relaciones de cooperación y complementariedad entre nuestros países, en tal sentido, como sugiriera el Papa Francisco, respaldamos toda iniciativa que apunte a superar, sobre la base del diálogo y el respeto al derecho internacional, el diferendo boliviano-chileno mediante la salida soberana de Bolivia al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario