Video grabado el 24 de febrero de 2022



‎Thierry Meyssan: Buenos días. ‎

Hace algunas horas el ejército ruso bombardeó la parte del ejército ucraniano que está vinculada a ‎la OTAN. En 3 horas, el ejército ruso destruyó toda la defensa antiaérea ucraniana y continuará ‎su operación atacando ahora al batallón Azov y a todos los responsables nazis que ‎Estados Unidos y el Reino Unido introdujeron en el gobierno ucraniano. ‎

Eso debería ser una buena noticia para todos pero aquí, en Francia, se está presentando esa ‎operación como una invasión contra Ucrania y como la próxima llegada del oso ruso hasta París. ‎Así que no se deje usted engañar porque hay ‎elementos muy importantes que no se mencionan. ‎

Sólo se habla de los aspectos que tienen que ver con Ucrania pero no nos explican el contexto ‎general. Y ese contexto general da la razón a Rusia, como voy a explicar para ustedes. ‎

En octubre, Victoria Nuland, la segunda del secretario de Estado estadounidense, viajó a Rusia y, ‎en Moscú, amenazó con aplastar la economía rusa y exigió la renuncia del presidente Vladimir ‎Putin. Pero usted nunca oyó hablar de eso. Verifique en internet. Eso es muy fácil de verificar. ‎

Después, [Victoria Nuland] fue a Ucrania e introdujo a Dimitro Yarosh, un agente de la OTAN ‎muy conocido ya que fue él quien organizó –en 2007– la gran reunión de Mariupol [en Ucrania] ‎donde las organizaciones nazis europeas se aliaron con yihadistas de todas partes para ir a ‎combatir contra Rusia en Chechenia. Fue también este Dimitro Yarosh quien –en 2014– con ‎sus tropas de Sector Derecho [Pravy Sektor], organizó los hechos de la Plaza Maidan y el “cambio ‎de régimen” en Ucrania. Después fue herido, desapareció por un tiempo y ahora está de regreso. ‎

Así que [Victoria Nuland] instaló a Dimitro Yarosh como consejero especial del comandante ‎en jefe del ejército ucraniano [1], quien es un hombre perfectamente demócrata, un hombre normal ‎pero que ahora tiene detrás a ese personaje [Dimitro Yarosh]. Y este personaje integró el batallón ‎Azov –que es un grupo verdaderamente nazi, con insignias nazis y todo y que está dirigido por el ‎‎“Fuhrer blanco” [Andrey ‎Biletsky] [2]– en el ejército ucraniano. ‎

Eso es una noticia que habría tenido que espantarnos a todos… pero los medios, en Francia, ‎nunca informaron sobre eso.‎

Así que los rusos prepararon su respuesta. ‎

En diciembre enviaron a Estados Unidos una proposición de tratado que garantiza la paz. En esa ‎proposición exigen que Estados Unidos respete el Derecho Internacional, tal y como fue ‎elaborado con el paso del tiempo, primero por el gobierno francés, por el gobierno del imperio ‎de los zares –en 1899, en la Conferencia de La Haya– y posteriormente formulado en la Carta de ‎las Naciones Unidas –en 1945– y por los países del Tercer Mundo –en 1955, con los Principios de ‎Bandung. ‎

Ese tratado es evidentemente inaceptable para Estados Unidos porque hace 70 años que ‎‎[Estados Unidos] viola diariamente el Derecho Internacional y trata de reemplazarlo por un ‎conjunto de reglas que ese país ha enunciado, al extremo de que incluso afirma que sus aliados ‎son una “comunidad internacional”. Bueno... [esos países] no son ni siquiera la mitad de la ‎población mundial pero pretenden dirigir el mundo. ‎

Los rusos piden prioritariamente que la OTAN se retire de los países de Europa central y oriental ‎que nunca deberían haberse convertido en miembros de ese bloque si se hubiese respetado el ‎acuerdo de la conferencia de Potsdam –en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial– que ‎estipulaba que las fuerzas de Estados Unidos podían implantarse únicamente al oeste de la ‎frontera Oder-Neisse, que separa Polonia y Alemania. Posteriormente, en el momento de la ‎reunificación alemana, Francia insistió mucho en que la OTAN no se ampliara hacia el este y ‎hubo incluso un largo debate para saber si se admitiría que las fuerzas de la OTAN estuvieran en ‎la parte oriental de Alemania –la ex RDA– o que estuviesen limitadas únicamente a la ‎parte occidental de –la entonces República Federal de Alemania. ‎

Finalmente hubo un acuerdo –que fue firmado por Francia– que estipulaba que la antigua ‎Alemania oriental se convirtiera en parte de la OTAN, en el marco de la reunificación, pero que ‎no habría ampliación de la OTAN más allá.

Y eso se repitió varias veces, primeramente en el ‎seno de la OSCE –la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, nacida de los ‎acuerdos de Helsinki– en la cual 57 Estados firmaron 2 declaraciones. ¡Cincuenta y siete Estados! ‎‎¡Todos los Estados del continente europeo y otros más ya que, por ejemplo, Estados Unidos ‎y Canadá también son miembros!‎

La OSCE reconoció, en la Declaración de Estambul –en 1999– y en la Declaración de Astaná –‎en 2010–, que, primeramente, cada Estado puede hacerse miembro de la alianza militar de su ‎preferencia –Francia, por ejemplo, es miembro… firmó el Tratado del Atlántico Norte, es aliada de ‎Estados Unidos. ‎

Pero, en segundo lugar, también se reconoció que ningún Estado, ¡ningún Estado!, puede ‎garantizar su seguridad en detrimento de la seguridad de los demás. Y, desde ese punto de ‎vista, la integración a la OTAN es ilegal, ¡ilegal!, porque la OTAN no es una confederación, en la ‎que todos son iguales, sino una federación bajo el mando de Estados Unidos y del Reino Unido ‎mientras que los otros Estados son vasallos de Estados Unidos y del Reino Unido. ‎

Y Francia, desgraciadamente, volvió a la OTAN, con [el presidente] Nicolas Sarkozy, volvió a ‎la OTAN, de la cual había salido con el general de Gaulle, en 1966. El general de Gaulle había ‎expulsado del territorio francés todas las fuerzas de ocupación de Estados Unidos… ese fue el ‎término que utilizó, “las fuerzas de ocupación de Estados Unidos”. ¡No soy yo quien lo dice! ‎Pero volvimos [los franceses] a ponernos en una posición de vasallaje ante Estados Unidos. ‎

Así que Rusia pidió la retirada de las fuerzas de la OTAN de todo el territorio de Europa central y ‎oriental. Pero pueden seguir siendo firmantes del Tratado del Atlántico Norte. Ese no es el ‎problema. ‎

Y habrá también que aplicar en Europa occidental el Derecho Internacional. El Derecho ‎Internacional, por ejemplo, prohíbe la instalación de armas nucleares en países que ‎no son poseedores de ese armamento. ‎

Entonces, por ejemplo, ¿por qué hay armas [nucleares] de Estados Unidos en Italia o en los ‎Países Bajos? Es absolutamente una violación del Derecho Internacional. Y habrá que poner fin a ‎eso. ‎

Hay que darse cuenta de que Estados Unidos ya no es la primera potencia económica ‎del mundo. Es China. ‎

Y ya tampoco es la primera potencia militar del mundo. Es Rusia. Durante la guerra en Siria –‎guerra que perdieron las fuerzas de la OTAN–, Rusia puso a prueba todo tipo de nuevas armas ‎que no tienen comparación con las armas de la OTAN. Y el pasado fin de semana Rusia mostró ‎que dispone de medios que le permiten destruir nuclearmente cualquier objetivo en cualquier ‎lugar del mundo sin que sea posible impedirlo porque dispone –así lo demostró– de medios ‎hipersónicos que utilizó desde submarinos, desde unidades navales de superficie, desde aviones y ‎desde unidades terrestres móviles. Puede disparar esos medios hipersónicos y destruir lo que ‎quiera. Es imposible interceptarlos porque se desplazan con demasiada rapidez. Por el momento ‎no hay cómo interceptarlos. En unos minutos puede destruir lo que quiera y tenemos que ‎preguntarnos si algún día va a tener que utilizar ese tipo de armas contra el Pentágono, la Casa ‎Blanca o el Congreso de Estados Unidos. ‎

No lo digo como una provocación. Lo que digo es que, si Rusia llegara a hacerlo, Estados Unidos ‎no tendría tiempo de interceptar esos medios, ni siquiera tendría tiempo de utilizar sus propias ‎armas nucleares.‎

Tomemos las cosas en serio y respetemos el Derecho Internacional. Es lo que todos queremos. Y ‎es en interés de todos. Así que ¡bravo por lo que Rusia acaba de hacer hoy!‎