Viejo, mi querido viejo hoy emprendiste el viaje hacia el mundo donde todos tenemos que ir en algún momento de nuestras vidas. Una de las peores noticias que podemos recibir es el fallecimiento de un ser querido y más aún cuando se trata de alguien tan cercano nosotros como lo es un padre. Sin duda alguna, el fallecimiento de nuestro padre nos llenará de una gran tristeza y un profundo dolor que no es fácil de superar.
Te has ido a ese viaje rumbo al infinito. Recuerdo ahora una frase del Profesor Juan Bosch que decía: “Nadie muere de verdad, si hay alguien que respete y recuerde su memoria” Viejo mucho te recordaremos y respetaremos tu memoria. Fuiste en vida un hombre digno; siempre estuviste del lado de las causas nobles y justa del pueblo dominicano. Hoy vuelvo al poema que el Poeta Universal Pablo Neruda le canto a su padre que por igual es tu retrato, eres tal como dice el Poeta:
“A Dios doy gracias por ser mi padre.
Por tus reproches y consejos.
Por el bien que me enseñaste
y de mi ser siempre cuidaste.
Por ser padre bondadoso,
lleno de paz y sabiduría.
Porque amas la verdad.
Justicia y rectitud en demasía.
Por ser mi padre amado
y enseñarme la caridad.
Sentimientos nobles te cubren.
No conoces la maldad.
Caballero noble y parco,
me enseñaste a luchar.
Aspirando siempre a lo más alto
y a mis sueños no renunciar.
Por aborrecer todo lo malo.
Por tus celestiales valores.
Por guiarme de la mano
en senderos llenos de flores.”
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