El instituto de señoritas 119 años después
Educación. Los alumnos se sienten privilegiados al recibir docencia en el Centro de Excelencia Salomé Ureña. Dicen que los maestros son sus ejemplos a seguir, porque
cada uno de ellos es experto en su área y los ayudan a ser mejores personas.
Carmen Guzmán
carmen.guzman@listinGdiario.com
Santo Domingo
Al evocar el nombre de Salomé Ureña, las palabras poema, educación, patria e instituto de señoritas salen a relucir.
Eugenio María de Hostos se refirió a ella como “mujer buena, inteligente, culta, apasionada de la patria, que pudo sentir tanto, pensar tanto, hacer tanto”.
Fue una activa luchadora por la educación de la mujer. Su muerte a destiempo, en 1897 a causa de una tuberculosis provocó la tristeza de sus amigos y familiares. El reconocido escritor y poeta dominicano, Manuel de Jesús Galván, al ver el cuerpo sin vida de quien fuera tan admirada, expresó: “Ese espíritu, que animó a la ilustre poetisa dominicana, está hoy más vivo que ayer”.
Como su amigo Galván, otras amistades cercanas de la fundadora del Instituto de Señoritas expresaron su pesar frente a su cuerpo sin vida.
En una carta dirigida a Francisco Henríquez y Carvajal, Eugenio María de Hostos resaltó que “la patria no tuvo un corazón más devoto”, ya que la poetisa Salomé Ureña se dedicó en cuerpo y alma a sembrar las bases de la educación de la mujer dominicana.
Esta memorable patriota fue educada por su padre, el escritor Nicolás Ureña. Y amplió sus conocimientos literarios con la ayuda de su compañero de vida, Francisco Henríquez y Carvajal.
Con el establecimiento en el país de la Escuela Normal de Santo Domingo, por el educador Eugenio María de Hostos, y motivada por su esposo Henríquez y Carvajal, Salomé Ureña funda en octubre de 1881 el Instituto de Señoritas.
Como muestra de su labor literaria y educativa, la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo 2016 será dedicada en su honor.
Instituto de Señoritas
El 3 de noviembre de 1881 marcó un antes y un después en la educación de la mujer dominicana. Ese día la también educadora Salomé Ureña abrió las puertas del primer instituto educativo para señoritas.
Con unas 14 alumnas, el Instituto de Señoritas estuvo ubicado en la calle Isabel la Católica, número 308, lugar donde también residía la fundadora.
De acuerdo al libro “Salomé Ureña y el instituto de señoritas (1960)”, del escritor dominicano Emilio Rodríguez Demorizi, el programa académico estaba integrado por cursos prácticos, como aritmética, geografía, cosmografía y letras. Otras disciplinas impartidas fueron gramática, geometría, historia natural, historia patria, y lo que no podía faltar, la poesía.
Para el año 1887, la educadora tuvo el placer de ver su trabajo convertido en realidad, puesto que el Instituto de Señoritas invistió las primeras seis maestras del país.
‘‘Hoy te muestro ferviente las almas que mi afán dirigir pudo: yo les di de verdad rica simiente, y razón y deber forman su escudo’’. Estas frases forman parte del poema titulado “Mi ofrenda a la patria”, en el cual la poetisa describe lo que fuera su mayor regalo a la sociedad dominicana.
Luego de graduadas, las señoritas pasaban a formar parte del personal docente del instituto.
La misma obra destaca que debido a los problemas de salud de la poetisa, el Instituto se vio en la necesidad de cerrar sus puertas.
Luisa Ozema Pellerano, quien perteneció a la primera generación de maestras investidas, junto a su hermana Eva Pellerano, fueron las responsables de reabrir el centro para el año 1896.
Una obra de Trujillo
“La edificación actual donde funciona este importante centro fue construida por Rafael Leónidas Trujillo. Él jefe de Estado empezó a levantar este edificio para el año 1940 y lo inau-gura el 16 de agosto de 1942 como Liceo Manuel Rodríguez Objio en tanda nocturna” dice el maestro de educación artística, Andrés Sánchez.
Aclara que existe “un pequeño error” sobre el Instituto de Señoritas: “Algunos piensan que Salomé trabajó aquí. Ella no pudo haber trabajado en este lugar por la sencilla razón de que murió en el año 1897, y esta parte del edificio se crea en los años 40”.
Sobre la confusión, Sánchez agrega que “fueron alumnas de la ilustre poeta dominicana quienes abrieron un colegio; no aquí en la calle Arzobispo Noel, sino en la 19 de marzo esquina Mercedes, frente a la plaza María Trinidad Sánchez”.
ESTUDIANTES DESTACADOS
El legado educativo de Salomé Ureña se ha visto reflejado en importantes funcionarias y personalidades del país que pasaron por las aulas del Instituto de Señoritas. Se destacan entre muchas, la primera bailarina y directora de la Escuela de Danza de la Voz Dominicana, doña Josefina Miniño; la ex vicepresidenta de la República, doña Milagros Ortiz Bosch; la pasada ministra de educación, Josefina Pimentel, y la bailarina clásica Míriam Bello.
La educadora y exsecretaria de educación, Ivelisse Prat de Pérez y la reina del merengue Milly Quezada, fueron otras de las grandes mujeres dominicanas que pasaron por esta importante institución de educación femenina.
Alumnos egresados del Centro de Excelencia continúan siendo muy sobresalientes. “Hay muchos que ya están incorporados en algunas orquestas, unos están en producciones cinematográficas y otros en producciones teatrales”, dice con mucho orgullo el maestro Sánchez.
El estudiante Tomy Rosario participó junto a un grupo de casi 50 estudiantes de varios centros educativos con el fin de ganar una beca a España para estudiar Danza, ganando el primer lugar. “Eso es un mérito para el instituto” resalta la maestra Patria de los Santos.
Andrés Sánchez indica que muchos de sus alumnos han presentado trabajos muy sobresalientes.
Destaca a los estudiantes Nicol, Yafreisy, Jossy, Frankelin y William.
“El fruto se está viendo porque no todos los estudiantes tienen el don pero, muchos logran destacarse.
Por lo que entendemos que hemos continuado con el deseo de Salomé Ureña: educar y formar”, manifiestan los profesores.
Los estudiantes dicen sentirse afortunados por estudiar en este centro gracias a las especialidades artísticas que imparten. Como muestra de esto, la alumna Paulina Mora recitó frente a todos sus compañeros el poema de Salomé Ureña “El ave y el nido”.
El coro musical del centro tuvo el honor de presentarse para el encendido del árbol navideño del Ministerio de Cultura. Este coro lo conforman estudiantes de tercero y cuarto.
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