Hace 43 años, el sargento del ejército de Estados Unidos Steve Flaherty escribió varias cartas a su madre desde las selvas de Vietnam. El sábado, las misivas llegaron a su destino.
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En ellas se leen frases como: “Esta es una guerra sucia y cruel, pero estoy seguro de que la gente va a entender el propósito de ésta, así algunos de nosotros podamos no estar de acuerdo”.
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El sargento Flaherty nació en Oiso, Japón, de padre estadounidense y madre japonesa.
Ronald Flaherty, que estaba en Japón con el ejército de EE.UU. en la década de 1950, convenció a sus padres para que adoptasen a Steve después de reunirse con él en un orfanato local. Steve tenía nueve años cuando llegó a EE.UU. con la familia Flaherty.
Creció en Columbia, Carolina del Sur, y fue aclamado en su colegio por sus habilidades en béisbol. En 1966 entró al Bryan College en Tennessee, con una beca de béisbol.
Su tío Kenneth Cannon dice que los cazatalentos de las Grandes Ligas lo contactaron en un momento, pero Flaherty prefirió sumarse al ejército en octubre de 1967.
Flaherty se unió a la 101ª División Aerotransportada y fue enviado a Vietnam en 1968.
Durante la guerra, escribió a su familia sobre trampas explosivas y camaradas caídos.
“Si papá llama, dile que estuve muy cerca de morir pero que estoy bien, que tuve mucha suerte”, escribió. “Volveré a escribir pronto.”
Así las encontraron
Steve Flaherty murió a sus 22 años.
Flaherty murió en el valle de A Shau el 25 de marzo de 1969 a sus 22 años de edad. Antes de que fuera declarado muerto por oficiales de EE.UU., soldados vietnamitas tomaron las cartas de su cuerpo, dice Robert Destatte, un retirado experto en defensa del departamento de prisioneros de guerra y soldados desaparecidos en acción.
Cuatro cartas que nunca se enviaron fueron confiscadas del cuerpo de Flaherty y enviadas a Vietnam al coronel Nguyen Phu Dat para usarlas como fuente de propaganda en Radio Hanoi.
Lo que se presume es que Dat tomaba partes de las cartas de Flaherty y las leía al aire en un esfuerzo de persuadir a los soldados estadounidenses para que se abstuvieran de entrar en guerra, dice Destatte.
En 2011, Destatte vio una mención de la existencia de las cartas en una página de internet, Bo Dat Viet Online (“La nación vietnamí”). Y mandó a buscarlas.
Con la ayuda de la policía estadounidense, Destatte encontró a Martha Gibbons, cuñada del sargento de Flaherty y al resto de su familia.
Intercambio oficial
Las cartas fueron entregadas al secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, durante una reunión con su homólogo vietnamita, Phuong Quang Thanh, en Hanoi el 4 de junio. Fue el primer intercambio oficial de objetos de guerra entre los dos países.
Por su parte, Panetta le dio a Thanh el diario del soldado de Vietnam Vu Dinh Doan, que había sido tomado por un infante de marina de EE.UU. después de la operación de Indiana en 1966. Incluidas en el intercambio hay cartas escritas por otros dos soldados estadounidenses muertos en Vietnam, aunque no se darán a conocer sus identidades hasta que se encuentre a sus familiares.
La familia Flaherty recibió el sábado las cuatro cartas sin enviar. Estaban dirigidas a la madre de Steve, Lois, a los vecinos de Flaherty, a la familia de un compañero de clase llamado Wyatt y a Betty Buchanan, que era la hermana menor de Coleen, una niña con la que Steve había salido antes de partir para Vietnam.
Aunque Steve y Coleen habían terminado su relación antes de que él fuera enviado a Vietnam, Betty decidió permanecer en contacto con él y los dos intercambiaron cartas.
La familia Flaherty planea donar las cartas a un Museo de Carolina del Sur.
“Es un milagro que estas cartas hayan aparecido después de todo este tiempo”, dijo Kenneth Cannon a la agencia AP el domingo en Columbia.
“Están en muy buenas condiciones para tener 40 años de edad”, dijo. “Sé que Steve estaría encantado de que vuelvan a casa.”
Redacción
BBC Mundo
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