domingo, 24 de enero de 2016

¿Realmente adelgaza el agua con limón?





En ocasiones por el afán constante de perder peso rápidamente, se cae en el error de incurrir en las dietas depurativas, las cuales restringen de sobremanera el consumo de proteínas y grasas para eliminar toxinas del organismo. Sin embargo, el agua de limón o limonada en ayunas, podría ser de gran ayuda a la hora de quemar grasas.
Son largamente conocidos los beneficios para la salud que mantiene el limón, sobre todo su condición antibacterial, antiviral e inmunológica.

Asimismo, es un alimento que contiene gran cantidad de vitamina C, por lo cual tendría un alto número de propiedades antioxidantes favoreciendo la quema de materia grasa, como asegura Victoria Halabi, Directora de Nutrición y Dietética en la Universidad del Desarrollo.

Bebidas diuréticas
El agua de limón o limonada es un brebaje diurético que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y debido a que son abundantes en minerales y vitaminas, fomenta a aflojar las toxinas en el tracto digestivo.

Pero, cuando el limón se utiliza en conjunto con alguna dieta depurativa, el efecto rebote es inmediato, por lo que es necesario diferenciar lo saludable, de los extremos, “la ingesta de limonadas o agua con limón en ayunas y en exceso durante el día podrían generar gran acidez aunque se combinen con canela o pimienta de cayena para contrarrestar su PH”, afirma la especialista.

Además del agua con limón o limonadas, existen otras aguas de hierbas que son igualmente de efectivas a la hora de limpiar nuestro organismo, las cuales también deben ser tomadas en su justa medida.

“Todas las aguas de hierbas son bienvenidas, pero podríamos destacar las más diuréticas como el agua de perejil, pelo de choclo y palitos de cereza. Para limpiar nuestro organismo, sirven todos los diuréticos naturales que contribuyen a eliminar líquidos con mayor facilidad”, señala Victoria Halabi

Errores frecuentes
Si bien el consumo de jugo de limón en cantidades moderadas ayuda a perder peso, en ocasiones se relaciona el limón con dietas depurativas para nada saludables.

“Las dietas depurativas o dietas desintoxicantes son ricas en vitaminas y antioxidantes, pero prohíben el consumo de muchos alimentos, convirtiéndose en dietas muy restrictivas y de muy bajas calorías, por lo que no se recomiendan por tiempo prolongado. Al terminar este tipo de dieta y recuperar los hábitos alimentarios anteriores, se recupera todo el peso perdido”, manifiesta Victoria.

Por otro lado, la creencia de que tomar agua y no comer saludablemente ayudaría a mantener o bajar de peso es errada, “un estudio alemán publicado en The American Journal of Clinical Nutrition demostró que, aunque tomar agua por sí misma no lleva a adelgazar; sí, puede ser efectiva cuando se la ingiere en combinación de una dieta. La explicación puede estar, según los investigadores, en que genera mayor nivel de saciedad y que, además contribuye a la aceleración del metabolismo”, señala la especialista. Ella agrega que es recomendable acompañar las dietas hipocalóricas con dos litros de agua.
Comer saludablemente

Una dieta balanceada baja en grasas y carbohidratos simples, preferir los lácteos descremados, las carnes magras, el huevo, cereales integrales, verduras y frutas, es lo que recomienda la Directora de Nutrición y Dietética en la Universidad del Desarrollo, Victoria Halabi.

Y es que una alimentación correcta sin apresurarse por bajar rápidamente de peso, es la opción para mantenerse en forma.

Sin embargo, las pequeñas acciones cuentan de sobremanera a la hora de las dietas, éstos son algunos consejos, entregados por la especialista, para bajar o controlar el peso.

1. Ingerir sobre dos litros de líquido al día y de preferencia caliente.
2. Realizar ejercicio por treinta minutos diarios o al menos una hora por tres veces a la semana, acorde a las posibilidades de cada uno.
3. Alimentarse cada tres a cuatro horas. Las grandes horas de ayuno favorecen el aumento de peso.
4. Mantener una alimentación equilibrada, restringiendo las porciones de nuestros alimentos y los alimentos ricos en grasas y azucares. Utilizar platos más pequeños para alimentarnos.
5. Evitar las bebidas alcohólicas, ya que son ricas en carbohidratos. En actividades sociales preferir la ingesta de vino, espumante o cerveza, no destilados.
6. Si se tiene apetito en la noche, en lugar de comer un dulce es preferible consumir algún alimento rico en proteínas como leche descremada, yogurt diet, una rebanada de jamón de pavo, etc.
7. Realizar las compras en el supermercado después de haber almorzado o haber comido una colación, nunca ir con hambre a realizar las compras y tratar de ir siempre con una lista específica para evitar comprar por impulso.

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