Solidarida Antillaña: Doscientos boricuas en La Habana

Por: Rosa María Fernández

. La General de brigada Teté Puebla, junto a los boricuas, rinden honor al General Juan Rius Rivera, militar puertorriqueño de más alto rango en el Ejército Libertador cubano en las guerras por la independencia, cuyos restos se encuentran en el Cementerio de Colón de La Habana.

“En desafío aún”, y así será hasta que el gobierno de los Estados Unidos no quite el bloqueo contra Cuba, enfatiza una de las integrantes de la Brigada de solidaridad de Puerto Rico que visita La Habana.

Son diversos los motivos de los 200 boricuas que han llegado desde la avanzada cultural del 30 de junio, hasta hoy.

Al ritmo del grupo de “Bomba Urbana”, el repique de su conga resonó en el Festival del Caribe, como ahora lo hace con salsa, Pirulo y La Tribu, en el Malecón Habanero.

Un recibimiento en la Misión de Puerto Rico, y en la Casa de la Amistad con los Pueblos. Allí, se confundían cubanos y boricuas.

Una madre me presenta a su hijo veinteañero, cubano-puertorriqueño. Lo traje para que conociera a sus raíces, así como ves la alegría que hay aquí, la hubo en la sala de la casa de la familia que recuperó en La Habana. Otra, ya con canas despeinadas vino con el nieto. “Como yo, a su edad vine a Cuba, cuando todos tenían hasta miedo”.

Un joven se sube al escenario. Lo presenta Rafa Cancel Vázquez, quien trae con él, a más de un centenar de bailadores del Proyecto “Cambio en Clave”, la mayoría en viaje iniciático. “Ahora es tu turno, tienes tus 30 minutos de fama”. El joven le da media vuelta en salsa y son a su dama, y cae arrodillado con una pequeña cajita entre sus manos. La muchacha perpleja, temblaba y sonreía. No menos que él. La Habana había sido escogida, para iniciar su viaje de compromiso.

Los bailadores no desmayan, aplauden el mágico momento y sigue la rumba. Con 30 años de promedio, y un abuelo de 72 que demuestra su acompasada cadencia en Cuba. La noche se dedica al patriota, Rafael Cancel Miranda -padre- cumpliendo sus 85. La energía linda, seguramente le llega a San Juan.

Milagros Rivera se ve feliz. Este es fruto del esfuerzo común del Comité de solidaridad con Cuba que preside. Se ve reflejada, porque ella vino en 1973, antes de que la expulsaran de la Universidad por independentista.

Quedamos en vernos al día siguiente, además de este periplo que comienza en la capital cubana, y termina en la celebración de los 500 años de la fundación de Santiago de Cuba y el 26 de Julio, aprovecha para anunciar que ya trabajan en los planes del 25 aniversario de la Brigada Juan Rius Rivera.

Ahora mismo recuerda a Agustín de Jesús, su inseparable compañero fallecido y reafirma que el año que viene trae a la “brigadista más joven”. Su nieta de un año, junto al hijo, Carlos David.

“Mi maestro de estudios sociales, Juan Angel Silén, cuando apenas estaba en séptimo grado, nos abrió a la comprensión ideológica. Eso, sumado a los consejos de mi madre, para que aprendiera a encontrar la verdad, me convirtió en defensora de la Revolución cubana, tratando de aprender lo que aquí estaba sucediendo”.

“Los brigadistas tienen una sola condición, respetar la soberanía de Cuba y pronunciarse contra el bloqueo inhumano, ah y por supuesto autofinanciarse. Yo te digo que las personas que vienen, vuelven. Para 2016, nuestro recorrido comienza aquí y termina en Santo Domingo en el Octavo Encuentro de Solidaridad con Cuba, del cual Puerto Rico es co-anfitrión. Sí, porque como no somos libres de recibir en nuestra nación, aún colonizada, nos unimos. A fin de cuenta, “Somos Caribe”, como dice el tema de nuestra Brigada”.

“Ya verás que vuelven los que vinieron cuando eran niños, y apostamos porque Oscar López Rivera, quien ya lleva tres décadas en cárceles del imperio, acompañe a la Brigada”.

. De campamento, los miembros de la Brigada Juan Rius Rivera,
listos para su viaje por toda Cuba.

Con equipo de trabajo del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Su presidenta, Kenia Serrano y Fernando González Llort, uno de los Cinco Héroes Cubanos, actualmente vicepresidente del ICAP.

Milagros Rivera. “Con nuestra solidaridad, reciprocamos una
parte ínfima, de lo que Cuba hace por la humanidad”.